Su explotación familiar de olivos centenarios se ubica en un pequeño pueblo llamado Sant Martí de Barcedana y su pretensión es dar a conocer un territorio de montañas con altitud elevada del cultivo de los olivos estando sus fincas muy próximas al límite de latitud norte máximo para cultivar olivos.

Ivan decidió lanzar al mercado una gama de aceites monovarietales ecológicos para poner en valor un territorio de microproductores y dar a conocer aceites de oliva virgen extra de variedades con perfiles sensoriales muy destacados por su aroma
y gusto.

Con la idea de innovar en el sector del aceite, lanzó también al mercado una cerveza verde con olivas, que entrelaza el mundo del aceite con el mundo de la cerveza. El proyecto se inició con un objetivo claro: crear una bebida diferente, fácil y atractiva para el consumo y con un posicionamiento de producto segmentado por perfil de consumidor, canal de distribución y formatos de comercialización.

Siguiendo con la innovación vino la ampliación de la gama de productos y la internacionalización de la marca, que ya abarca más de 30 países en la actualidad.